Sunday, March 16, 2008

Surrealista

Mis ojos se cerraban lentamente. Notaba los párpados pesados, aunque luchaba por subirlos, ellos bajaban para entrelazarse las pestañas. Finalmente me rendí y los dejé caer.



Me sumí en un profundo sueño, pero era extraño.



Me sumergía en unas aguas oscuras, pero no me mojaban. Yo creí que no podría respirar, pero respiraba sin problemas. Me hundía en las profundidades por lo cual se hacía más oscuro. De pronto, noté que tocaba el fondo y todo se transformó en una celda. Los gruesos barrotes impedían mi escapada pero, cuando me di cuenta, estaba muy delgada y cabía entre ellos. Entonces me escapaba de allí y aparecía en un cuarto por la noche. Había una cama y en ella un chico de mi edad que dormía plácidamente con una tierna sonrisa. Cuando fui a acariciarle la cara, aparecí en un campo abierto en pleno día. Frente a mí se encontraba un gran árbol que tenía las hojas azules y de él brotaban flores blancas, manzanas rojas, verdes y mandarinas azules. Por el suelo se encontraban las frutas caídas. Yo las iba recogiendo para venderlas. Cuando me acerqué a una manzana roja, alguien me tocaba la mano y al dirijir mi mirada hacia su cara, aparecí en una sala que tenía una gran ajedrez del tamaño de personas.

Me paseé por entre las piezas, desesperada porque quería saber quién era el chico de la habitación y quén me había cogido la mano. Entonces, sin previo aviso, vi a un chico que se escondía entre las piezas de la torre y el caballo y me observaba. No distinguía bien su cara y decidí seguirle. Él corría por entre la piezas, pero, finalmente se paró y se giró. Mi corazón comenzó a agitarse peligrosamente en mi pecho, me iba acercando lentamente, clavando mis ojos en los suyos que eran del color del océano. Cuando ya estabamos el uno frente al otro, me fijé en su mano. Ésta me cogió la mía y comencé a subir mi mirada hacia su cara. Cuando ya iba a averiguar definitivamente quién era.....



Mis ojos se abrieron. Mi cuerpo estaba mojado, pero no por sudor, sino por agua de mar. Estaba sentada, pero no en mi cama, sino en la habitación del sueño. Apoyado en el marco de la puerta, había una silueta masculina. Me miraba o eso sentía entonces, se acercó lentamente a mí y se sentó en la cama frente a mí. La oscuridad lo invadía todo, pero yo veía por la luz de la luna, sus grandes ojos azul marino. Nos miramos intensamente durante un rato y después nos besamos.







soñadora

2 comments:

NadaQuePerder said...

Definitivamente, tienes un algo especial para escribir post que hacen que me crea la protagonista de ellos.
Me ha encantado el continuo movimiento que tiene la historia
Genial!
sigue así, as de la pluma! =)
Beso, besito, besazoooo!

mtg said...

A veces me pregunto de donde sacas tus historias...es increible tu inventiva.
Pienso de qué te vendrá.No lo sé,pero recuerdo que ya cuando eras muy pequeña-cuatro,cinco años-ya me quedaba "enganchada"escuchando las historias que creabas mientras jugabas...¡tu capacidad de improvisación no acababa nunca!