Friday, March 14, 2008

Deseo y realidad

Pensaba, pensaré, pienso.

Daba vueltas por la calle pensando, pero.....¿qué pensaba?

Sin saber muy bien por qué, mis pies me llevaron hasta un espejo. Miré y me asusté. En lugar de mi imagen, se encontraba la respuesta a mi pregunta pensada. Un chico joven sustituía mi reflejo y me miraba con la misma cara de sorprensa con la que le miraba yo. No podía ser un espejo, lo palpé para asegurarme de no estar frente al chico, pero al acercr mi mano...¡Plas! el espejo se transformó en el chico que, esta vez, me sonreía:

-Gracias por aceptarme. - me dijo el chico muy contento.

-¿ Perdón? ¿aceptarte?- le pregunté yo hecha un lío.

En ese momento el chico, que era alto, moreno, de ojos azules y bastante atractivo en general, se me acercó peligrosamente con la intención de besarme...¡Zas! la palma de mi mano se marcó en su mejilla. Su sorpresa fue mayor que cuando me vio desde el espejo.

- ¿Por qué me has pegado?- me preguntó con los ojos húmedos.

-¡Ibas a besarme!- dije indignada.

- ¡Pues claro! porque tu me has aceptado...-dijo él acariciándose el carrillo.

-¡Pero qué estás diciendo!- dije confundida.

- Verás, estabas pensando que cuando aparecería tu hombre soñado, tu media naranja, tu hombre perfecto, ideal...y tus pies te llevaron al espejo de las respuestas, y ahí estaba yo. Al tocarme me has aceptado.

Me quedé de piedra, mi sueño estaba frente a mí y...¿era real?
Como si me hubiera leído el pensamiento, el chico se acercó de nuevo y, está vez sin una mano de por medio, me besó.
De mi interior salió un sentimiento nunca alcanzado, creí que era algo imposible pero ahí estaba.
Cuando terminó de besarme, me miró y me dijo al oído: "encuentrame y seremos felices" y con una sonrisa se desvaneció.

Tras ese día, le busqué y le busqué, pero sin éxito. Una noche, mientras paseaba al lado del río, me resbalé y caí en él. Las aguas me arrastraban y yo gritaba, pero mis fuerzas ya flojeaban y me hundí. Cuando ya perdía toda esperanza, alguien me agarró de la cintura y me llevó hacia la orilla. Había tragado agua y me había desmayado, pero noté que alguien me hacía el boca boca. De mi interior salió esa sensación, ese sentimiento de aquel día...entonces me desperté y abrí los ojos. Ahí estaba mi hombre soñado, que cuando me vio despertar, me sonrió.

Desde entonces somos felices.



soñadora

2 comments:

* said...

Que boniiiitu!

NadaQuePerder said...

Ojala nos pase a todas eso...pero sin caernos a ningun rio por favor!
Sigue escribiendo así de increible,sigue siendo así de increible por favor!
Beso, besito, besazo!