Saturday, November 22, 2008

Pensamientos

Sábado 22 de Nobiembre, Santa Cecilia.

Las calles por donde paso están desiertas. Ni un alma avanza conmigo ni en mi contra.
De pronto el Cierzo sopla con fuerza, revolviendo mi pelo y agitando las prendas que mi delgado cuerpo ha dejado grandes.

Por mucho que sopla, yo sigo avanzando y avanzando, metida en mis pensamientos.

Entonces caigo en la cuenta.

La calle no está vacía. Miles de almas tratan de arrastrarme hacia su guarida. Menean mi cabello y juegan con mi cuerpo. Les divierte ver a su futura compañera y tratan de mandarle mensajes para que ella les siga. Pero yo me resisto.

En el fondo sé que es absurdo vivir esta vida extraña que no conduce a nada seguro. Solo tenemos la seguridad de la muerte y ni siquiera sabemos cuando aparecerá.

Pero la misión que tenemos que cumplir es la de no dejarnos vencer. Luchar por todo aquello que queremos, sea o no egoísta y vivir la vida que se nos ha concedido hasta el final.



Soñadora

Monday, November 03, 2008

sonata II de Bach, grave

El alma vibró en mi pecho. Tanto tiempo dormida en mi interior que ahora que había despertado, se agrandaba poco a poco, haciendo que mi corazón, marchito ya desde hacía tiempo, palmitara rápidamente.

De pronto, un acorde sonó de forma lenta y cálida, dándole color a mi alma, color rojo.

El alma del instrumento se agrandó junto con las siguientes notas arrancadas por los suaves pero firmes movimientos que el alma indicaba a mi brazo.

Como si mi alma lo deseara...esos sonidos se volvían dulces y amargos a la vez, produciendo momentos de alegría, dolor, agonía...

Ambas almas, la mía y la del violín se encontraron y unieron, formando así un espíritu musical que poco a poco iba quemando la melodía conviritiéndola en vida.

Pero cuando la última nota deja de sonar...las almas se separan y enfrían, volviendo a dejar al corazón marchito y al cuerpo muerto...



soñadora