Monday, November 03, 2008

sonata II de Bach, grave

El alma vibró en mi pecho. Tanto tiempo dormida en mi interior que ahora que había despertado, se agrandaba poco a poco, haciendo que mi corazón, marchito ya desde hacía tiempo, palmitara rápidamente.

De pronto, un acorde sonó de forma lenta y cálida, dándole color a mi alma, color rojo.

El alma del instrumento se agrandó junto con las siguientes notas arrancadas por los suaves pero firmes movimientos que el alma indicaba a mi brazo.

Como si mi alma lo deseara...esos sonidos se volvían dulces y amargos a la vez, produciendo momentos de alegría, dolor, agonía...

Ambas almas, la mía y la del violín se encontraron y unieron, formando así un espíritu musical que poco a poco iba quemando la melodía conviritiéndola en vida.

Pero cuando la última nota deja de sonar...las almas se separan y enfrían, volviendo a dejar al corazón marchito y al cuerpo muerto...



soñadora

2 comments:

Angst said...

no, no murió el blog (pero un mes sin actividad es mucho!)


me alegra que sigas por aquí, a veces pienso que mi bloggosfera ha entrado en coma...

Soñadora said...

jajajajaj!!!!
Demasiado trabajo por aquí y por allá....
Pero intentaré escribir más a menudo...
Besos